Un día casi sin venir a cuento,
te perderás entre los recovecos
de mi memoria
desaparecerás
como lo hace la bruma cuando
avanza el día.
como lo hace el calor cuando llega
el otoño.
y tú, dentro de mí, no serás más
que un minúsculo porcentaje incierto,
de inocencia perdida,
en manos de una mujer
y tú, ajena a las palabras que se
perdieron
sonreirás disfrutando cada uno de
los besos que te diste.
mientras tanto, en la espera de
ese día
me lloro en la cama hasta
quedarme dormido,
me duermo antes de masturbarme
por no pensar en ti.
en nosotros.
me quedo despierto queriendo
escribirte las palmas de las manos,
los surcos de la noche en que nos
vimos
las horas de la calma y la
ansiedad con que vivimos cada sílaba.
y trabajo, sin más
y sin menos,
y me vivo sin la desgana, de
haberme querido de lejos,
aburrido de haberte aburrido,
aunque sólo fuera un beso
aunque solo fuera un porcentaje
minúsculo incierto.
y trabajo, sin quererlo.
y vivo sin más, con más desgana
que querencia.
agradecido de agradecerte.
que me hicieras mejor persona
algún día, pasarás a la historia
indivisible de mi consciencia,
Hasta entonces, me arrepiento
de no haberme conocido lo
suficiente.