martes, 19 de marzo de 2013

La puerta tras de mí


Fue más fácil
Descabalgar de su conciencia
Que abrochar el último botón de mi camisa
Dejar a un lado mis delirios de grandeza
Que atar la última lazada de mis cordones

Fue más fácil
contarle su historia
a historias ajenas
Que cerrar la puerta tras de mí
pensando que ella volvería
Está claro que no ha vuelto, aunque aún miro al horizonte
De vez en cuando
Un horizonte lleno
De cuerpos que he ido dejando en la cuneta
Incluido el mío
Ya no me duele tu ausencia,
cuando me miento

Fue más fácil
Absolverme los pecados
que dejé para mañana
que renunciar a buscarte al final de mi calle
que ha olvidado tu nombre antes que yo,
y prefiero no escribir si no me miras
a mirarme en el vacío y no encontrarte una vez más
porque sólo se escribir cuando me dueles
por más que sepa, que mi sonrisa hilvanada
ya no sonríe al pasado
y que las palabras bordadas en mi lengua
descosan el estampado de otras faldas,
de otros colores fuertes
y me abrochen los botones que me faltan,
y me hagan la maleta para huirte
tan lejos como pueda.
Una vez más