viernes, 11 de mayo de 2012

Catorce mil kilómetros de distancia

Cualquier día
recorro la distancia que separa
mi mirada de tu sonrisa
y me planto en tu casa
a secuestrarme un beso
y te pido
o te doy
un polvo de rescate
eso ya lo hablaremos

Cuando ese día llegue
nos cerramos las palabras con llave
y no salimos de tu mente
hasta que a nuestras manos
se les acaben los argumentos
o simplemente
saco a pasear mi lengua
por la zona noble de tus caderas

Cualquier día
recorro la distancia que separa
mi olfato de tu tacto
y me meto en tu cama
a recordar como se escribe tu nombre con letras chinas
o a que me enseñes a respirar en código Morse
y sí quieres
le sacamos los armónicos
a un beso de vino que compartamos
besarte será entonces
como contemplar un atardecer sin cobertura

Cualquier día
recorro la distancia que separa
mis palabras de tus oídos
y me presento en tu cocina
a repasar los pecados capitales
empezando por la gula
y no salimos de ahí
hasta que no le declares la guerra a los precálculos
o a madrugar los sábados

Cualquier día
recorro las distancias que separan
mi conciencia de tu conciencia
mis manos de tus manos
mi boca de tu boca
y te explico
con mi peor letra
por qué deberías quedarte

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